viernes, 12 de octubre de 2012

Fábula del Club América (o el relato de cuando el canario se transmutó en águila con los hechizos del tigre)


El Club América no tiene una historia que documente sus orígenes hasta los presentes días de alas caídas y para suplir esa carencia, cuentan con una tristísima fábula aderezada con todo y lágrimas de pinta ñoñonovelera.

Déjenme les platico:

Sucedió que hace 95 años en el marco del Día de la Raza, nació un escuálido estudiante / desdibujado y asustado debilucho canario de tonos cremas, que hasta eso, resultó victorioso en unos torneos de nivel principiante de la zona capitalina (haciendo un paréntesis, hoy en la actualidad el club se hinca y suplica le sean reconocidos esos trofeos para bordarle más estrellas a su escudo y sentirse grande… lastimosamente).
El pimpollo (y ahora con chistoso parchesote Bimbollo  desde hace 72 meses y contando) llegó a la preadolescencia como un mediocre gazapo desplumado de pocos seguidores, hasta que se topó y conoció a un monumental poderoso tigre de mechón canoso a la Tongolele de aquella época que presumía ser un soldado raso del régimen de dinosaurios quienes se vestían de frac y/o vestidura elefantosa al gobernar la sometida república germinada de la Revolución ya casi en versión Institucional… ¡que Tata vuelva a regalar lo que no es suyo porque llegué tarde al reparto!

Y el todo poderoso tigre se trajo de la selva cañera a un tal Memo Cañedo (que hasta su apellido apestaba a caña) con el fin de orientar y dirigir a esa avecilla y tener la osadía de hacerle un frente a frente contra el campeonísimo chiverío y el proyecto se fue encausando y en el experimento infló de músculos al crema canario para que no le quedara guanga la botarga con figura de una majestuosa águila para que propios y extraños le temieran, pero varios no se tragaron ese cuento, como los chemos conejos que se transportaban en ferrocarril que abandonaron su pueblito cooperativo para habitar la enorme mancha urbana del centralismo.

“Tuvieron que venir unos argentinos a darle música y arte a su estadio”
Pero antes el todo poderoso y omnipresente tigre, acudió con el arquitecto oficial de la empresa y organizador de los festejos olímpicos para que le mandara diseñar-levantar una enorme masa de concreto para aglutinar en sus gradas a miles y miles de cavernícolas. Y con ese edificio tuvo el perfecto pretexto para traerse no uno, sino dos campeonatos mundiales donde se enfrentaron a patadas los mejores animales del orbe incluyendo el juego del siglo y una pelusa de mano divina, dándole entretenimiento al pueblo y callando bocas que gritaban “no queremos goles, queremos frijoles”cuando pase el temblor y Jacobo con corbata de luto y enormes orejeras te informa ya no eres un hombre, eres un bobo. –Esas transmisiones como el cumplimiento de su deber, no le han de causar mucha alegría.

Pero bueno, el tigre ordenó a sus subordinados dirigentes ir a un tour de exploración a la Indiana Jones hacia el cono sur del continente, y estos extrajeron del Amazonas, Andes y las Pampas: tesoros, joyas, gemas y rubíes que abrillantaron de un jalón al águila de una manera descomunal, algo así como Bling-Bling jajaja…

Y no conforme con eso, el tigre le ordenó a su comediante comandante del humor blanco el Chapulín Colorado, que le fabricara dos campeonatos de ficción y llevarlos a la pantalla grande y los cavernícolas estaban más que enajenados y con mayor razón ahora con un himno que ganaría el primerísimo lugar en el festival OTI.

Y entonces llegó el momento cumbre en la década ochentera del retrofuturismo, y al águila le decretaron pintar una uve de la victoria que lucía-emergía de su basto-rudísimo pecho y se sentía el bravucón personaje de la lotería que no tenía reparo alguno en darse una gresca campal contra su clásico archienemigo y tuvo el descaro total de comprar con sus billetes lo que quería y así fue como efectuó el mega robo de aquella noche en la Corregidora. Pero no vale la pena tales superficialidades cuando los fantasmas de la tragedia del túnel 29 siguen rondando por Ciudad Universitaria; premio Nacional de Periodismo a quien se atrevió a disparar la fotografía y aplausos a la canción que covereo la naca chida Botella para homenajear a la decena y poco más de caídos.

¡Ya lo sabemos!
Tu cofrade rival de bastones colorados te ofreció la idea de cómo diseñar tu clásico traje tan en desuso que terminó la era a partir del estilo alemán con dizque plumas romboides.

Pero el tiempo pasó y el águila se puso flaca. En sus constantes excursiones se trajo un par de diamantes negros, negros, negros y un director albino procedente de las tierras bajas de los tulipanes color naranja. Parecía funcional el proyecto, incluso tal vez fueron los últimos espectaculares vuelos que se le vio al águila, pero inexplicablemente le extirparon los motores que poco a poco lo estaban volviendo a poner en su estado natural de alteza y arrogancia que sólo ellos se creen y el águila palideció, se desinfló.

Intentaron comprar con sus fajos interminables de billetes a grandes figurones, pero fueron engañados con bisutería y joyería de fantasía; además, en su nido sólo empollaban bebitos temblorosos que eran presa de los gusanos.


Y el águila se volvió tan gris como su tercer poco usado uniforme cuando en su penúltimo campeonato lo hicieron a costa del hermanito fuerza rayos, cuando en la antesala de la final mandaron llamar al niño de oro Hugol empleado de la casa, que fuera tan ratonero para facilitar el camino hacia el trofeo veraniego, cuando al puma le arrancaron el swoosh.

Y ahora sigue el águila habitando los santuarios de la vergüenza.

Eres un personaje que le hace tanta falta a la liga pero desde esa posición ya nada nos sorprende de ese ser en decadencia, me es tan indiferente y ya muchos te lo reclaman y escupen en la cara refugiándose en la gran isla de la Bretaña, you’ll  never walk alone, verdad?


Esta águila está agonizando y se fue de vacaciones a la playa y se trajo a un piojo y dos potros y del más allá a un larguirucho vino tinto extranjero procedente del paraíso chavista y ni se diga tus remiendos de santísimos guerreros que se va pudriendo al llegar a Coapa.

Y ahora tan en boga las frases motivacionales que te manda a estampar tu socio textil:

“Acábate América que nos deleita verte sufrir”

Tus vitrinas se están hundiendo de tanto polvo que opacan la gloria de tus recuerdos.

Métale más sinónimos a la palabra fábula y eso es la definición del conjunto faramallero futbolero.

De cierta manera, que continúe el enajenamiento.

Querido lector, le sugiero que no se pierda los próximos relatos titulados: “El Compadre Padrote del Santos Laguna ha sido el Grupo Modelo”, “Los añejados Totudozus del Rancho Rancio del tío Don Paco Lolo Pachuco de la Fea Lodosa/Fangosa” y qué decir de las fuertes declaraciones en “El Patronato de un tipejo con apellido impronunciable más el papi del Shocker 1000% guapo saqueadores del Pedregal”


*Este texto fue elaborado el año pasado, permaneciendo enlatado hasta el presente día.

Emilio Azcárraga Jean ¿Quién es Realmente el Dueño de Televisa? / En La Mirada con David Faitelson




No hay comentarios:

Publicar un comentario