martes, 11 de septiembre de 2012

El infierno y su ubicación precisa sin el auxilio de un GPS.

El infierno es una obra propia y personal, nosotros la construimos a placer y no es tan maléfico como creíamos porque incluso nos da la opción de llevarlo a cuestas o guardarlo en el ropero, como hicieron con la abuela en Cien Años de Soledad y, emulando la historia de García Márquez quien dice que a la difunta mujer la sacaban los niños de vez en cuando para jugar con ella, ¿quién dice que no podríamos hacer lo mismo con nuestro averno personal?

Dalia Reyes

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